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joseluisgamboa

BUENOS AIRES

Estoy en el Hostel Nomade.  Nada más salir a la calle (Carlos Calvo) he visto al brasileño que daba saltos de placer cuando Brasil le metió 3 goles a Argentina recién. No me ha reconocido o así.

Los kiosqueros miran entre sus restos si queda El País cuando consultas e internet tiene velocidad.

He estado viendo un lugar, Güirá Oga, que no es un zoológico y se dedica a la cura de aves y animales de las selva de Iguazú que han sido atropellados, o tiroteados, o abandonados o sencillamente dejados por sus dueños: tucanes, monos aulladores, águilas, arpías, lechuzas, loros, loras, guacamayos.  El caracter conservacionista bajaba la posible "diversión".  Ha estado entretenido: dos cuidadores a mi cargo.

Un dato:  conocen a Félix de Azara, cintífico naturalista de Huesca, mejor que en España, a pesar de que salía en los últimos billetes de 2000 pesetas que hubo.

El viaje ha sido lindo, con ventanilla a la izquierda y conversación a la derecha con una yanqui que, a continuación, se iba a Salta. 

Afortunadamente me queda capacidad para asombrarme: si hubiera venido en autóbús no sé siquiera si habría embarcada y en el mejor de los casos me faltarían muchas horas para llegar acá. Más; esta mañana hacía un sol de justicia en Iguazú, no es tropical aunque está cerca del Trópico de Capricornio.  Acá hace BsAs.  Pero San Telmo es San Telmo.

He mandado un correo a Victoria de Purmamarca y mi aprendizaje tanguero ya está en marcha.  Tranquilidad.  De hoy no pasa: iré a ver un espectáculo tanguero en el Sur.  Los nombres se repiten.

Chao.

1 comentario

talo -

joder, tio, lo de perú...muy buenos tus cronicones...hasta prontito