SALTA

Bueno, pues, ya estoy en Salta.  Y hasta he encontrado un hotel más barato que el que buscaba.  Quizá con menos encanto.  En las paredes, porque la dueña es una sinsorga.  Ya me lo p,areció muy al principio de este periplo, cuando dudaba entre si ir a Montevideo o a Iguazú o venir a Salta. 

Solo me queda Iguazú de lo mencionado.

He tomado el buquebús desde Colonia Buenos Aires a las 1030 (el hostel estaba a dos cuadras del puerto) con algo más de impedimenta que cuando vine.

En Montevideo en una tiendita de un lutier de bandoneones y guitarras, violines y otras jergas, compré una guitarra de clavijas, pienso que de principios del XX o de finales del XIX que cada vez me gusta más como suena, y me dije: esta para mí.  Cien dólares tuvieron la culpa.  También he comprado el juego de la señorita pepis del perfecto tomador de mate: un mate, una bombilla, un termo, un doisificador de hierba y la hierba, naturalmente.  Aquí me tienes tomándome un matecito mientras escribo esto.  Así que abultar, abulto un pooco más.

A las 1130 llegaba a BsAs.  De ahí al Aropuerto de cabotaje que nosécómolellaman.  Hepodido facturar la maleta y me he ido a la Recoleta al Preferido de Palermo, donde ya estuve a tomarme una fabada o lo que aquí llaman una fabada, con un vino de Valderrobles, que, vamos, me sacan vino de Valderrobles, Aragón, y me caigo de espalda.  Era de la Rioja, argentina.

Voy bien de dinero pero los cajeros me lo dan en pequeñas diócesis.  Yo pensaba que Salta iba a ser más chica de lo que es y el por si acaso del dinero siempre está ahí metido en el viajero, en mí como viajero.  No creo que haya problemas de cajeros por acá.  Además mi9 ínclita Caja me ha mandado por Internet todas las operaciones que hago, así es que estoy a la última de mi situación económica.

Estuve conversando con mi hija y parece que ¡al fin! el seguro está reparando la fachada que se tiznó a finales de diciembre.  A lo mejor estaban esperando que sho me fuera.

¡Es largo este país! Como Chile.  Para venir de Buenos Aires a aquí en avión, dos horas y.  En ómnibus veinte y...  El vieja más largo que he hecho acá en América fue de Arica a Santiago que duró un día y siete horas.  Excuso decir lo que dura un viaje de Montevideo a Sao Paulo o a Rio de Janeiro ¡o a Florianópolios! Son distancias y extensiones que se nos hacen duras a los europeos.  Uruguay que es un país chico tiene más superficie que Suiza, Bégica, Holanda, Luxemburgo y Albania juntas...

A medida que veníamos para Salta hemos dejado las nubes debajo de nosotros.  Al llegar a Salta se veían las cumbres de los Andes como islas sobre un mar rojo de atardecer.  ¡Qué cursi!

Está lleno de guiris.  Tiene fama de bonita y de alrededores bonitos.

Aquí es donde salía Bugs Bunny y cantaba lo de que la función ya acabó.

Por fin escribió alguien.  No quien esperaba.  Pero si más querido.

Chao