IRUYA
Estoy en Iruya un pueblecito de montaña a 2500 msnm que pertenece a Salta, pero al que se accede por Humahuaca desde Jujuy. A veces te porfían tanto las cualidades de un sitio que luego cuando llegas no lo ves tan, tan como te dijeron. Es bonito pero sin pasarse.
o diría que lo mejor de Iruya son los alrededores. El camino de llegada que sube hacia un collado donde apunta un cerro que me dijeron que lo llaman por el color de su pico: violeta. En el collado se alcanzan los 4000 metros. Luego viene el descenso en una especie de picado del colectivo que lleva a toda la cuadrilla de turistas que allá vamos. Los menos dan una vuelta por el pueblo y regresan dos horas más tarde en el ómnibus con otras tres horas de viaje en sentido inverso.
A partir de la caida del sol poco0 hay que hacer, aunque ayer estuvo francamente divertido, primero de conversación en la plaza, junto a la iglesia y en un mirador bárbaro, luego cenando y luego de boliche en un sintio consentido por la policía, con un grupo de músicos de música tradicional, que francamente se lo montan muy bien.
Hoy he encontrado este Internet que con Waspam en Nicaragua marcan la cota de que sólo Aguas Azules en Uruguay no tiene el servicio.
Una vez más hay que decir que, aunque n o lo reconozcan, todo el pueblo está volcado en el turismo aunque las dificultades de acceso merman un flujo mayor.
Los que no estén dormidos y es mediodía se habrán ido a San Isidro, otro pueblo perdido en la montaña. Pero yo no tengo ninguna gana de andar ni de ir en camioneta. Estoy esperando el único ómnibus que llega acá para volver a Humahuaca y Vilcara.
Tengo la intención, luego veremos qué sale de ver Purmamarca y las Salinas y ya marchar a Iguazú en autobún (más de un día de viaje) y acabar en Buenos Aires, dejando el reto de Argentina para mejor ocasión. Prefiero ir en autobús porque si voy en avión emplearé más tiempo real y más dinero (viaje en avión desde Jujuy o Salta a Buenos Aires y luego de BsAs a Iguazú.
o diría que lo mejor de Iruya son los alrededores. El camino de llegada que sube hacia un collado donde apunta un cerro que me dijeron que lo llaman por el color de su pico: violeta. En el collado se alcanzan los 4000 metros. Luego viene el descenso en una especie de picado del colectivo que lleva a toda la cuadrilla de turistas que allá vamos. Los menos dan una vuelta por el pueblo y regresan dos horas más tarde en el ómnibus con otras tres horas de viaje en sentido inverso.
A partir de la caida del sol poco0 hay que hacer, aunque ayer estuvo francamente divertido, primero de conversación en la plaza, junto a la iglesia y en un mirador bárbaro, luego cenando y luego de boliche en un sintio consentido por la policía, con un grupo de músicos de música tradicional, que francamente se lo montan muy bien.
Hoy he encontrado este Internet que con Waspam en Nicaragua marcan la cota de que sólo Aguas Azules en Uruguay no tiene el servicio.
Una vez más hay que decir que, aunque n o lo reconozcan, todo el pueblo está volcado en el turismo aunque las dificultades de acceso merman un flujo mayor.
Los que no estén dormidos y es mediodía se habrán ido a San Isidro, otro pueblo perdido en la montaña. Pero yo no tengo ninguna gana de andar ni de ir en camioneta. Estoy esperando el único ómnibus que llega acá para volver a Humahuaca y Vilcara.
Tengo la intención, luego veremos qué sale de ver Purmamarca y las Salinas y ya marchar a Iguazú en autobún (más de un día de viaje) y acabar en Buenos Aires, dejando el reto de Argentina para mejor ocasión. Prefiero ir en autobús porque si voy en avión emplearé más tiempo real y más dinero (viaje en avión desde Jujuy o Salta a Buenos Aires y luego de BsAs a Iguazú.
2 comentarios
Alfonso -
Luis -
Un abrazo,